domingo, 23 de abril de 2023

Un café con... Esther Veintimilla

Hoy es el día internacional del libro. Y para celebrar esta fantástica efemérides vamos a entrevistar a la poeta Esther Veintimilla. Nació en Pedreguer (Alicante). Siendo aún una niña, su familia se traslada a Paterna (Valencia), donde reside actualmente. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Valencia, desarrolla su actividad laboral en el Servicio de Bibliotecas y Documentación de la misma. Desde 2016 ha participado en el Taller de Poesía Polimnia 222 de la Universidad Politécnica de Valencia y desde 2017 forma parte de la Asociación Cultural Concilyarte. Ha colaborado con poemas en castellano y en valenciano en las antologías poéticas Épocas y El camino de las estrellas; y ha sido finalista de las ediciones XXXIX y XL de los Premios de Poesía Ciudad de Badajoz. En septiembre de 2022 gana el Primer Premio Internacional de Poesía Genialogías, por su obra Lluvia ilesa, que publica en diciembre de 2022, en Ediciones Tigres de Papel.

Tanto el entrevistador como la entrevistada, somos del mismo pueblo por lo que, el café virtual que nos tomamos en esta ocasión, no podría ser en otro lugar que en el mítico bar San Pedro, en la plaça del Poble, de Paterna. Tal vez la entrevista fue ayer. O hace veinte años, en una apacible tarde de domingo, delante de un refresco en el que sonoramente nadan dos cubitos de hielo y una rodaja de limón, mientras un sol anaranjado golpea la fachada de la iglesia de San Pedro Apóstol, a la vez que se va escondiendo tímidamente por detrás del tejado del mítico Casino de la plaça.

Escriure per a ningú: Dicen que la infancia es la patria de los poetas. Cuéntanos un recuerdo de tu infancia.

Esther Veintimilla: Los recuerdos más bellos y felices corresponden a mis primeros ocho años vividos en mi pueblo. Guardo en la memoria algunas escenas –de las que se habla en el poemario–, pero hay una que destaca por su huella intensa: se trata del momento en el que yo regreso del colegio andando hasta mi casa y encuentro a mi madre cosiendo sobre la máquina de coser, envuelta en la luz que entra por el patio mientras suena la sintonía de cierre del programa de radio que escucha cada tarde, “El amor es algo maravilloso”. Esa música, como los perfumes, me trae un bonito recuerdo de infancia.

Escriure per a ningú: ¿Qué es para ti la poesía?

Esther Veintimilla: La poesía tiene una parte de misterio y otra de oficio. Por un lado, es el asombro el que desencadena el impulso poético y también la necesidad de respuestas. Y cuando el poema se escribe, viene la parte de oficio y trabajo con las palabras (una tarea muy costosa y a veces, incluso, dolorosa).

Escriure per a ningú: ¿Desde cuándo escribes poesía? ¿Recuerdas cuál fue el primer poema que escribiste?

Esther Veintimilla: Escribo desde los trece años, aproximadamente. Cuando recibí la punzada de la poesía leyendo, me atreví a escribir lo que observaba y mis reflexiones sobre ello. Mi primer poema describía una anciana con la que me crucé de camino al instituto y cuyo rostro curtido y lleno de surcos por el tiempo me impactó (debe de estar en alguna carpeta).

Escriure per a ningú: ¿Tienes algún lugar preferido para escribir? ¿Algún rincón entrañable? ¿Algún ritual? ¿Sueles escribir con bolígrafo o con ordenador?

Esther Veintimilla: No tengo ningún lugar ni ritual especial para escribir. Cuando me llegan los primeros versos, los escribo en las notas del móvil o en el ordenador. Lo que sí intento hacer –y eso quizás se aproxime a un ritual– es escribir de cabeza y en voz alta mientras paseo, pues necesito escuchar cómo va sonando el poema, y el andar me inspira. De esta forma, memorizo los versos que se van escribiendo en mi cabeza y los voy anotando en el móvil para que no se me olviden y pueda, además, corregirlos. Si no puedo pasear, los voy diciendo en voz alta (eso sí es importante para mi escritura). Luego lo paso al ordenador y comienza la tarea de corrección, búsqueda de la palabra exacta y poda de lo que sobra.

Escriure per a ningú: Aunque personalmente nos conocemos desde la época del instituto, como poeta te he conocido a través de las redes sociales. ¿Cuán importante son las redes sociales en tu vida y en la difusión de tu poesía? ¿Se podría vivir en la actualidad sin tener un muro virtual en el que poder publicar?¿Qué nos aportan las redes sociales:    más beneficios que perjuicios, o viceversa?

Esther Veintimilla: Es curioso, sí. Hemos estudiado en el mismo instituto y vivimos en el mismo pueblo y no conocíamos nuestra faceta de poetas. A mí me gustan poco las redes sociales. Las uso para conocer a poetas y poder leerlos, que, de otra forma, me costaría más encontrar, además de para estar al día de los innumerables eventos literarios que se programan en Valencia y otras ciudades. Ahora también las uso para difundir mi poemario. En este sentido, son útiles como altavoz y, gracias a la inmediatez y la inmensidad de la red, puedes llegar a más personas. Las redes sociales tienen una doble cara en cuanto a medio de expresión de la poesía. Por un lado, te aportan información y la posibilidad de conocer a personas estupendas que comparten un mismo interés que tú. Por otro, creo que se confunde la calidad con el número de seguidores. Se escribe una “poesía” (lo digo entrecomillado porque pienso que eso no es poesía) que va dirigida a un público joven y consigue muchísimos seguidores (que al final se convierten en ventas). Pero, en mi opinión, se trata de escritos con ocurrencias y no de poesía. Lo bueno es que hay mucha variedad donde poder elegir.

Respecto a si se puede vivir sin tener un muro virtual, claramente sí. Las redes sociales son una falsa necesidad creada, como tantas otras.


Escriure per a ningú:
¿Cuál fue el primer premio literario que ganaste? ¿Qué recuerdos guardas de ello?

Esther Veintimilla: El primer y único premio que he ganado ha sido este, el Premio Internacional Genialogías, con mi poemario Lluvia Ilesa. Ha sido una experiencia estupenda, ya no sólo por la alegría del reconocimiento, sino por la cantidad de personas maravillosas que he conocido. Guardo un bonito recuerdo del día que fui a recogerlo a Madrid. Fue una mezcla de felicidad y nervios a la vez, pero muy gratificante.

Escriure per a ningú: En Septiembre de 2022 ganas el Primer Premio Internacional de Poesía Genialogías, por tu obra Lluvia ilesa. De él ha destacado el jurado la reflexión y el crecimiento consciente de la voz poética, la elegancia de la sencillez, así como la delicadeza de una poesía que nombra y embellece el dolor. En lo formal, se distingue el equilibrio en el uso del lenguaje, la originalidad en el trazo de las metáforas y el trabajo con la sinestesia, que elevan el vuelo de una mirada poética que construye la conciencia del mundo y del yo en el mundo. ¿Cuéntanos cómo fue el momento en el que el jurado se puso en contacto contigo para comunicarte la buena noticia?

Esther Veintimilla: El día que me comunicaron el premio estaba trabajando en la biblioteca d’Humanitats de la Universitat de València. Fue un momento antes de una reunión. Me llamó Gema Palacios, la presidenta de la asociación Genialogías. No podía creer que me dieran el premio. Estuve varios días tan feliz que creía estar en una nube. Fue un momento que viví con mucha emoción.

Escriure per a ningú: Recientemente has presentado tu poemario. Háblanos de Lluvia Ilesa.

Esther Veintimilla: Efectivamente. Lo presenté el día 23 de marzo en el Museo de la Ciudad. Estuve acompañada –además de las personas presentes y en la distancia que me regalaron su cariño– de la poeta y presidenta de Concilyarte, Mila Villanueva, y de la también poeta y profesora del taller de poesía Polimnia 222 de la UPV, Pilar Verdú, que hicieron una magnífica presentación. Lluvia Ilesa es un poemario que habla de la pérdida, del dolor y la resiliencia. El título está extraído de uno de los versos y responde al deseo de quebrarse sin daño. El hilo conductor de todo el poemario es la infancia, primero como un lugar al que no podemos regresar, y después, donde mantenerse a salvo. También hay una mención recursiva de la luz como esperanza.

Escriure per a ningú: ¿Qué ha supuesto para ti la concesión de tan importante premio?

Esther Veintimilla: Este ha sido un reconocimiento que me anima a continuar escribiendo y pensar que voy por el buen camino. Es una buena motivación, sin duda. Además, este premio me ha ofrecido la oportunidad de formar parte de Genialogías, una asociación feminista de mujeres poetas que tiene como objetivo la difusión y visibilización de la poesía escrita por mujeres. Me siento afortunada por todo ello. Aprovecho para animar a aquellas poetas inéditas a presentarse a este concurso, cuya convocatoria ya está abierta hasta el 15 de junio (las bases pueden consultarse en la web de la asociación). Esta segunda edición, tanto el premio como la colección, rinde un homenaje a la poeta y compañera Marta Agudo, que nos ha dejado, tristemente, hace unos días. Así, el premio recibe su nombre: “Premio Internacional de Poesía Marta Agudo”.

Escriure per a ningú: Perteneces a la asociación Concilyarte. ¿Tienes algún proyecto literario entre manos?

Esther Veintimilla: Sí. Formo parte de la junta directiva de Concilyarte, una asociación cultural con once años de existencia, que pretende “conciliar” diferentes artes en sus actividades: literatura, música, pintura, teatro, etc, y sus miembros son, por tanto, artistas y escritores del panorama valenciano. Actualmente sigo escribiendo. Así como Lluvia Ilesa no respondía a un proyecto preconcebido, los poemas que traigo entre manos pretenden tomar la forma, conscientemente, de una temática concreta. Pero ya sabemos que una cosa es lo que pretendemos y otra por donde nos lleva la poesía. Supongo que tardaré unos años en terminarlo porque me cuesta mucho escribir. Soy bastante lenta.

Escriure per a ningú: ¿Cómo te gustaría que te recordasen?

Esther Veintimilla: Prefiero que recuerden mis poemas. A fin de cuentas, lo que menos importa es el poeta.


Escriure per a ningú:
Vamos a hacer un pequeño juego de palabras, para conocerte mejor. Dinos:

Escriure per a ningú: Una comida:

Esther Veintimilla: La fideuà.

Escriure per a ningú: Una bebida:

Esther Veintimilla: El café con leche.

Escriure per a ningú: Una canción:

Esther Veintimilla: El Pequeño vals vienés, de Leonard Cohen, interpretado por Silvia Pérez Cruz.

Escriure per a ningú: Un cantante:

Esther Veintimilla: Una cantante: Zaz.

Escriure per a ningú: Una película:

Esther Veintimilla: El lado oscuro del corazón.

Escriure per a ningú: Un actor:

Esther Veintimilla: No sabría decir. Recuerdo la magnífica interpretación de la actriz Rachel Weisz en el personaje de Hipatia en Ágora.

Escriure per a ningú: Una palabra:

Esther Veintimilla: Silencio.

Escriure per a ningú: Un libro:

Esther Veintimilla: El Quijote.

Escriure per a ningú: Un escritor:

Esther Veintimilla: José Saramago.

Escriure per a ningú: Un poema:

Esther Veintimilla: (Hay tantos) El único que he memorizado entero: Elegía a Ramón Sijé de Miguel Hernández.

Escriure per a ningú: Un poeta:

Esther Veintimilla: Una poeta: Alejandra Pizarnik.

Escriure per a ningú: Un nombre de persona:

Esther Veintimilla: María.

Escriure per a ningú: Un recuerdo:

Esther Veintimilla: La primera vez que vi a mi hija al nacer.

Escriure per a ningú: Un sentimiento:

Esther Veintimilla: El amor.

Escriure per a ningú: Una ausencia:

Esther Veintimilla: Mi padre.

Escriure per a ningú: Una esperanza:

Esther Veintimilla: Tengo la esperanza en la bondad de las personas.

Escriure per a ningú: Un consuelo:

Esther Veintimilla: Me consuela la belleza de la Naturaleza, la del Universo y la que es capaz de crear el ser humano.

Escriure per a ningú: Un deseo:

Esther Veintimilla: Que un día nos despertemos todos con el convencimiento de lo poco que necesitamos para vivir y que ello produzca el desmoronamiento de este sistema de insaciable codicia que está destruyendo el planeta. Eso sería una auténtica revolución.

Escriure per a ningú: Silbarías una canción al unísono con:

Esther Veintimilla: Con Alejandro Llabata, mientras terminamos de tomar un café en el bar San Pedro y el sol se ha escondido ya por detrás del Casino de la plaça, y al finalizar la canción, le agradezco el café y esta entrevista.