En
el año dos mil uno, se llevó a cabo la refundación de la Cofradía
en honor al Santísimo Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer. Ésta,
no consistió en la creación de una institución festiva más en
nuestro municipio, sino que fue, además, una reorganización que
supuso una transformación integral de una estructura festiva local
consistente en pasar de ser una clavaría que se encargaba de la
organización y sufragio de todos los eventos festivos relacionados
con las fiestas en honor al Santísimo Cristo de la Fe y San Vicente
Ferrer, a una estructuración de la fiesta local, organizada y
dirigida por una Comisión de Fiestas, institución de carácter
municipal que engloba a todos los estamentos así como todas las
sensibilidades festivas de nuestro municipio, entre las que se
encuentra la Real Cofradía en honor al Santísimo Cristo de la Fe y
San Vicente Ferrer.
Dieciocho
años después de la refundación de la Cofradía, cuando ésta
cumple su mayoría de edad, con la vista puesta en el pasado, pero
con la mirada atisbando el futuro, entrevistamos a una de las
personas que hizo posible que esta refundación fuera una realidad.
Se trata de Ramón Martínez Andreu, Ramón “el de Campana”,
conocido por todos y del cual apenas hace falta presentación.
Has
sido empresario del mundo del curtido, de la construcción, persona
emprendedora y dinámica. Con apenas 17 años, ya instalas tu propia
empresa en compañía de tu hermano y de tu tío Vicente Andreu ¿Cómo
fueron tus inicios?
Como
podrás suponer, muy difíciles, pero con muchísima ilusión y
esfuerzo.
Eres
una persona inquieta y emprendedora, desinteresada y generosa. Has
Trabajado en Paterna, en Mislata, en el Campo de Gibraltar, en
Alboraya así como en diversos países de América y del Este de
Europa. Has ostentado cargos importantes, como vocal nacional del
Sindicato de la Piel, vocal de la 1ª Junta Directiva del Polígono
Industrial Fuente del Jarro, participante en la 1ª Asociación
Empresarial Española, así como vocal y luego Presidente de la 1ª
Asociación Regional de Curtidores y vocal del Consejo Español de
Curtidores. Has participado en la construcción de la parroquia de
Santa Rita, cooperando con D. Enrique Arnal en las tareas de
obtención de ingresos económicos, has sido integrante de la Junta
Económica de la Parroquia de S. Pedro, desarrollando diferentes
proyectos como en la adquisición y completa remodelación del Centro
Parroquial. También en la organización de homenajes a D. Bartolomé
González por sus 50 años de sacerdocio, así como a D. Bernardo
Aparisi en sus 25 años de estancia en Paterna. Cofundador de la
comparsa mora Alhama ¿Qué te ha faltado por hacer? ¿Alguna vez has
dicho no a algún tipo de colaboración?
Por
cariño a mi pueblo, nunca me he me negado a cuanto se me ha pedido.
Con lo hecho, creo que he cumplido con todas mis expectativas e
ilusiones como paternero.
También
has sido clavario en los años 1972, 1986, 1992, 1994 y 2000. Y
clavario mayor el año 1983 ¿Qué recuerdos guardas de aquellos
años?
Con
todos estas clavarías me sentí muy integrado; tuve la ocasión de
hacer nuevos amigos, colaborando con los clavarios mayores. Respecto
al año 1983, que fui clavario mayor, fue una experiencia
inolvidable, en la que me sentí muy arropado con los noventa y dos
clavarios-amigos que la integramos.
Y
llegan los años 90 del siglo pasado. Cada vez es más difícil
encontrar un clavario mayor que reúna las expectativas que el
municipio necesita. El último clavario mayor fue D. Francisco Morera
Fos, en el año 1999. El año 2000 se creó una clavaría un tanto
sui generis, puesto que reunió a todos los
clavarios mayores vivos así como a los hijos de los fallecidos y,
entre todos éllos, fue elegido como clavario mayor D. Vicente Manuel
Blat Ribelles. Se celebró el 75 aniversario de la coronación del
Stmo. Cristo de la Fe. ¿Cómo recuerdas esa incertidumbre de no
tener, después de haber celebrado por todo lo grande la coronación
del Cristo, un clavario mayor preparado para el relevo en el año
2001?
Por
todos es sabido que fue una situación muy difícil y preocupante,
especialmente para D. Bernardo.
Llega
el otoño de 2000. El Cristo de la Fe es expuesto en el Altar Mayor
de la Iglesia de San Pedro Apóstol durante todo el año, a la espera
de un clavario mayor que se hiciera cargo de la fiesta. ¿Realmente
no había nadie que quisiera hacerse cargo de las fiestas del año
2001?
A
decir verdad, ante esta situación el Alcalde, mi amigo Paco Borruey
fue a hablar con D. Bernardo en octubre y se ofreció a llevarse el
Cristo al Ayuntamiento y también hubo un ofrecimiento por parte de
Intercomparsas.
La
preocupación ante unas fiestas recién iniciado el nuevo milenio sin
clavaría que las celebrara era patente. ¿Cómo se gesta la creación
de una Cofradía? ¿Quien piensa en ti para desempeñar el cargo de
presidente de la recién nacida Cofradía?
D.
Bernardo vino a casa, de visita, una tarde de Noviembre. Aunque solía
venir muchas veces, cuando le abrí la puerta, ya tuve la corazonada
de a qué venía. Después de una larga conversación, estando mi
esposa presente, aceptamos el ofrecimiento.
Al
final, el 6 de febrero de 2001 se constituye la Cofradía en honor
del Santísimo Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer y se te nombra
presidente de la misma. En ese momento eras consciente de la gran
responsabilidad que ante nuestra historia local estabas teniendo?
La
inconsciencia te da valor. Pero sí, era consciente de lo que estaba
haciendo y del trabajo que suponía el cargo.
A
partir de esa fecha, comienza a caminar, como una entidad festiva
nueva más, que recoge la parcela religiosa de la tradición de las
fiestas mayores de Paterna. Se lleva a cabo la redacción de los
estatutos de la Cofradía, se celebra la Asamblea General Ordinaria
de ratificación de la Junta Directiva provisional nombrada, se erige
en Asociación Pública de Fieles de acuerdo con lo establecido por
el Derecho Canónico, se inscribe en el Registro General de
Asociaciones, tanto de la Generalitat Valenciana como del
Ayuntamiento de Paterna, pasa a ser miembro de pleno derecho en la
recién creada Comisión de Fiestas… ¿No había temor a que por
parte del pueblo de Paterna o algún sector social hubiese querido
excluir a la Cofradía de la actividad festiva?
Ante
la situación que describes, yo creo que, en general, fue muy bien
aceptada la Cofradía. Y si lo hubo, el tiempo matizó esta
situación.
Constituida
la Cofradía en el mes de febrero, comienzan inmediatamente los
preparativos de los actos de Semana Santa. ¿Qué recuerdos guardas
de aquellos actos de Semana Santa de 2001?
Preocupados
por la inmediatez: Teníamos tres meses para organizarla. El Cristo
nos ayudó muchísimo. Ya habíamos alcanzado la cifra de más de
cuatrocientos cofrades. Todo salió bien y los paterneros se volcaron
con la Cofradía.
El
día 15 de junio de 2001, se celebró la Asamblea General Ordinaria
en el Salón Parroquial, en la que se ratificó a la Junta Directiva
Provisional creada tras la lectura del documento fundacional. ¿En
algún momento pensaste que los propios integrantes de la recién
inaugurada Cofradía pudieran dar la espalda a esta nueva
organización de la fiesta y que se quisiera continuar manteniendo la
clavaría, pensando que pudiera desaparecer el antiguo espíritu de
devoción por el Cristo de la Fe?
La
primera Junta nombrada se volcó trabajando bien y con mucha ilusión
y, por supuesto, no se detectó en ningún momento ningún movimiento
en contra de la Cofradía. Al revés, los cofrades se volcaron con su
ayuda. Se incrementaba día a día el número de cofrades. La
devoción al Cristo, por el contrario, fue en aumento, porque se
llevaron a cabo cambios que incrementaban la asistencia a los actos
religiosos.
Cuando
aceptaste el cargo de presidente, qué fue lo primero que hiciste?
Tenía
que informarme del sentir de los demás sacerdotes de todas las
parroquias de Paterna, si mi cargo era aprobado y aceptado por los
mismos. Como consecuencia, celebramos una cena con D. Bernardo
Aparisi, D. Francisco Mercader y D. Enrique Liern. Durante la misma,
se habló de muchas cosas. Pero yo propuse que la fiesta del Cristo
fuera interparroquial, manteniendo la sede y el consiliariato
en la Parroquia de San Pedro Apóstol. Que los tres triduos fueran
populares y participativos. Y que el Cristo de la Fe y S. Vicente
Ferrer salieran del camarín todos los años para presidir y darle la
máxima solemnidad a la Procesión y así, durante todos los años
sucesivos.
El
día 28 de Julio de 2001 se celebró en la parroquia de S. Pedro
Apóstol la imposición de medallas a todos los cofrades. El 27 de
agosto de 2001 fue el día del Santísimo Cristo de la Fe. ¿Qué
recuerdos guardas de aquellos días?
Todos
los actos religiosos fueron muy concurridos y se siguieron con mucha
devoción, pero el recuerdo de sacar al Cristo de su camerino y
presidir la procesión es un recuerdo que nunca olvidaré. Fue muy
emotivo.
Transcurrido
aquel primer ejercicio festivo, ¿Qué balance harías del mismo?
El
balance fue muy positivo. La gente se sintió muy integrada y
participativa en todos los actos, especialmente en los días de
triduo y en la Procesión.
En
marzo de 2003, D. Bernardo Aparisi, consiliario de la Real Cofradía
e impulsor de la misma, dejaba la Parroquia de San Pedro Apóstol,
tras 27 años de servicio y fue sustituido por D. José Luís Llopis.
¿No se tenía la inquietud de que este relevo, tanto de carácter
institucional como también generacional hubiera supuesto echar al
traste la labor hecha en esos tres primeros años?
Con
la marcha de D. Bernardo, me sentí como un poco huérfano: fueron
veintisiete años de muchos recuerdos y mucho cariño. Con la llegada
de D. José Luís Llopis, la Cofradía no tuvo ningún problema:
siempre estuvo dispuesto a colaborar y cuando se le pedía consejo,
siempre lo tuvimos a nuestra disposición con su saber hacer y su
trabajo.
En
julio de 2006 se celebran elecciones, y abandonas la presidencia de
la Cofradía. ¿Por qué no te presentaste a la reelección?
Con
dos meses de antelación, ya comuniqué al Consiliario, al Alcalde y
a mis compañeros de Junta, que no quería presentarme a las próximas
elecciones. Creía que ya había cumplido con mi trabajo y no quería
perpetuarme en el cargo, puesto que soy de la opinión que renovarse
con unas nuevas elecciones cada cinco años era darle más vitalidad,
con la votación de los cofrades y era muy positivo para la Cofradía.
¿Te
arrepientes de algo?
Siempre
hay motivos para pedir perdón a los compañeros de la Junta y a los
Cofrades.
¿De
qué te sientes más orgulloso?
Me
siento orgulloso de que se pensase en mi persona para este cargo que
durante los cinco años que estuve presidiendo la Cofradía fue
motivo de satisfacción y haber hecho muchísimos amigos y haber
llevado a más de dos mil cuatrocientos paterneros a ser
cofrades del Santísimo Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer.
En
dichas elecciones gana la candidatura encabezada por D. Antonio
Baviera, presidente que ha sido de la Cofradía durante dos
legislaturas. ¿Cómo valoras su gestión a lo largo de los años?
Su
gestión fue buena.
El
24 de abril de 2008, el Jefe de la Casa Real, comunicaba oficialmente
a la Cofradía del Cristo, en la persona de su presidente, D. Antonio
Baviera, la resolución adoptada por S. M. el Rey, de conceder el
título de Real a la Cofradía del Santísimo Cristo de la Fe y San
Vicente Ferrer, la cual cosa fue motivo de celebración general. Se
trataba de una idea que tuvo sus orígenes en la época de tu mandato
y que se convirtió en realidad unos años más tarde. ¿Qué
significa, en el siglo XXI, que una determinada institución tenga el
carácter de Real? ¿En qué le beneficia?
Por
supuesto, que aumenta con este título el prestigio de la Cofradía.
En
la actualidad el presidente es D. José Barres. El consiliario, D.
Juan Antonio Cabanes ¿Qué opinión te merece su gestión?
Estoy
convencido, puesto que los conozco muy bien a los dos, que lo harán
muy bien, porque ganas de trabajar e ilusión no les falta
Con
la mirada puesta en el pasado: Crees que la refundación de la
Cofradía ha sido la forma más digna de entregar unas fiestas que
cada vez exigían más y que no había apenas paterneros que pudieran
hacerle frente y que año tras año iba siendo absorbida cada vez más
por el Ayuntamiento o, por el contrario, ha sido una forma
inteligente de adaptarse a una sociedad que ya no es la que nuestros
antepasados nos legaron?
Por
supuesto que con esta idea de refundar la Cofradía, el Cristo debió
iluminar a D. Bernardo, porque ha sido la solución durante estos
dieciocho años a los problemas que me preguntas. Ha sido lo más
acertado. Respecto al Ayuntamiento, solo se le puede dar gracias,
porque desde el principio encontramos ayuda y colaboración,
perteneciendo a la Comisión de Fiestas. Y todas las Corporaciones
Municipales han colaborado y respetado a la Cofradía durante todos
estos años. Mi opinión es que ha sido la solución más inteligente
para darle continuidad y tranquilidad a las fiestas religiosas.
Y
con la vista puesta en el futuro: ¿Cómo ves las fiestas mayores de
Paterna dentro de cinco años? ¿Y de veinte? ¿Y de cien?
Con
optimismo, ilusión y esfuerzo, aunque hay que ver la forma de
aumentar el número de cofrades. ¡Ahí está el esfuerzo
de las Juntas venideras!
Transcurridos
ya 18 años, siendo la Cofradía una institución ya mayor de edad.
¿Crees que todo el esfuerzo hecho ha valido la pena?
Estoy
convencido de que sí.
Desde
su relevo al frente de la Real Cofradía en honor al Santísimo
Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer, se apartó de la vida pública
local. En la actualidad disfruta de su jubilación, en compañía de
su mujer, Isabel, de sus hijas y de sus nietos.
Cuando
me puse en contacto con Ramón y le comenté la idea de hacerle una
entrevista con ocasión del 18 aniversario de la refundación de la
Cofradía, su respuesta fue: “Estic a la teua disposició
per a lo que necessites”. Tuvimos un par de encuentros que
me sirvieron para recordar aquellos años, en los cuales yo también
participé en la Junta Directiva de aquella incipiente Cofradía que
renacía de su propia historia local paternera.
Desde
estas sencillas letras, queremos agradecer a Ramón y a Maribel su
colaboración desinteresada en la elaboración de esta entrevista.
Muchas gracias.
Alejandro
Llabata Lleonart.