jueves, 22 de agosto de 2013

En recuerdo de Juan Bautista Amán Moreno Devís.


A ma tia Reme Llabata Sancho,
 model d’entrega, de paciència i d’ abnegació.

Siempre se hace difícil hablar de alguien a quien se quiere. Tal vez el sentimiento que se tiene hacia esa persona nos impide muchas veces expresar todo lo que quisiéramos decir sobre la misma, porque siempre nos faltarán palabras para ello. Cuando se trata de un familiar cercano, como es el caso que nos ocupa, aún se hace más gravoso, en la medida en que el sentimiento se entremezcla con la nostalgia de un tiempo ya pasado y que en este caso se trata de la infancia de uno mismo: de quien estas palabras escribe.


El pasado 13 de diciembre de 2012 falleció Juan Bautista Amán Moreno Devís, Juanito el funerari. Desde estas líneas quisiéramos aprovechar para trazar una breve semblanza de su vida. Paternero de pro que fue, durante los años sesenta, sobretodo los setenta y durante la década de los ochenta, participó de una manera activa en la vida social de nuestro pueblo, especialmente en su aspectos festivos, cívicos, lúdicos y culturales, tal y como vamos a tener ocasión de ver.

Para contextualizar estas palabras, debemos remontarnos a la antigua plaza del pueblo adoquinada, con árboles de sombra rodeando todo su perímetro y gorriones que llenaban sus copas de rítmicos piares. La tienda de ultramarinos ca la Gorda y el Casino de la plaza, también denominado Centro de Educación y Descanso, tal y como rezaba en el dintel de la entrada del mismo, en la calle de San Pedro. La casa de la tía Silvia la comadrona, en la misma plaza del pueblo, en cuya fachada colgaba el cartel del cine Palafox en el que se anunciaban las películas que allí se proyectaban cada semana. El mercado itinerante de los martes por la mañana. La funeraria Moreno en la calle maestro Soler, ya desembocando en la plaza del pueblo, en cuyo bancalet de la entrada no era difícil hacer rogle en cálidas noches de verano, donde prácticamente se arreglaba el mundo…

Este es el contexto en el que le conocí y en el que debemos situarlo. Nació el 24 de febrero de 1933, en el seno de una familia paternera. Hijo de Amán Moreno Brisa, alias “Mundano” y de Amparo Devís Cardo, la “Nofra”, su abuelo, Enrique Moreno Giner, fue el titular fundador de la empresa “Funeraria Moreno” y el origen de una dinastía de funerarios que sigue perdurando en la actualidad en su biznieto, Amán Moreno Llabata.

Al fallecer su padre a los 33 años de edad, fue su madre la que se encargó de hacer frente de dicho negocio, puesto que tanto Juan como su hermano Enrique contaban con tan solo 5 y 3 años de edad respectivamente. Ya desde bien pequeño, siendo aún niño todavía, ya le echaba una mano a su madre en los servicios funerarios, acompañándola y ayudándola, tanto en Paterna como en los pueblos de alrededor. Trabajaba bien de día o de noche, según las necesidades que el servicio requería. Aún así, asistía a clases por la noche en casa de D. Alberto, en la carretera, en la zona del ensanche, en la actual Avenida de las Cortes Valencianas. Y llegó a obtener el título de perito Mercantil.

Su adolescencia y primera juventud transcurren, por tanto, trabajando en el negocio familiar, donde va creciendo tanto personal como profesionalmente. Hasta que llega un momento en el que, por la edad, se marcha a prestar el servicio militar como voluntario en la Legión. Fue caballero legionario con grado de cabo primero en el tercio D. Juan de Austria, en la base de Krimda (Larache), lugar donde estuvo sirviendo durante siete años, si bien cuando se marchó de allí lo hizo con el título de sargento aprobado. Estamos hablando de mediados de los años cincuenta del siglo XX. Era la época de la guerra de Sidi Ifni en África, la cual le sorprendió bastante de cerca.

Una vez de vuelta a Paterna, continuó trabajando en el negocio familiar. En aquellos años, la sala Astoria era donde acudía la juventud paternera a bailar y a divertirse. Según me cuentan, una tarde de domingo se le acercó a una joven llamada Remedios Llabata Sancho y le preguntó “Balles en mí?” Desde aquel momento comenzaron a quedar y a salir: Fue época de bailes, guateques, días de Pascua, de comer la mona…, todo ello compaginado con trabajo y más trabajo. Tenían veintiséis años Juan y veinticinco Reme. Un año duró aquel noviazgo, que culminó el veinticinco de abril de 1962, fecha en la que contrajeron matrimonio en la parroquia de San Pedro Apóstol, en la capilla del Santísimo Cristo de la Fe, tal y como era costumbre en la época. De viaje de novios fueron a Madrid. Fruto de dicho matrimonio nacieron cuatro hijos: Maria Amparo, María Remedios, María Ángeles y Amán. Desde aquel baile en el salón Astoria hasta el final de sus días, Reme ha sido su alma, su amiga, su compañera, su amante, su confidente, en definitiva, quien ha estado presente en los buenos y en los malos momentos de su vida.

El año 1964 fue un año muy difícil para las fiestas del Santísimo Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer, puesto que no había nadie que se decidiera a hacer frente a estas fiestas en una clavaría presidida por D. Francisco Esteve Martínez, el Caje. Al final fueron 16 más el clavario mayor los que organizaron y celebraron estas fiestas, ofreciendo al pueblo de Paterna, así como al Cristo de la Fe unas fiestas muy dignas. Entre estos diecisiete clavarios se encontraba Juan Moreno que se desvivió, al igual que los otros dieciséis por que las fiestas de ese año lucieran al mismo nivel que en años anteriores. Y nos consta que lo consiguieron.

Fue miembro de la penya de l’onze. Ésta se llamó así porque eran once amigos los que la formaban. Se reunían una vez al mes para cenar en el casino de la plaza, donde conversaban de una manera informal. Asimismo se juntaban en diversas épocas del año en una caseta que tenían y siguen teniendo los que aún viven, en el término del Villar del Arzobispo, donde disfrutaban de alegres días de paella i de torraes, especialmente el jueves santo, día en que se reunían sólo los hombres para comer.

En el año 1976 se hizo cargo de las Fiestas Mayores de Paterna como clavario mayor del Santísimo Cristo de la Fe y San Vicente Ferrer. Se trataba de un reto nada fácil, puesto que el año anterior había sido el del cincuentenario de la neocoronación del Santísimo Cristo de la Fe, efemérides que se celebró con grandes fastos, de gran repercusión incluso en el ámbito  nacional. El clavario mayor había sido D. Vicente Mortes Alfonso, hijo predilecto y alcalde honorario de la Villa de Paterna. La pregunta que se hacía el subconsciente colectivo paternero a partir de estos hechos, era “A ver quien es capaz de ser clavario mayor el año 1976”. Y en este caso quien aceptó el desafío fue Juan Moreno, que consiguió reunir a un equipo de sesenta clavarios que celebraron las fiestas del Cristo con él.

Era párroco de San Pedro Apóstol un recién llegado D. Bernardo Aparisi Peiró. El alcalde, D. José Sainz Ramón. La reina de las fiestas y de los XIII Juegos Florales, la señorita Teresa Amparo Segrelles Llabata. El mantenedor en la presentación de la reina de las fiestas fue el Exmo. Sr. D. Alberto Jarabo Paya, y el de los XIII Juegos Florales de la Villa de Paterna fue nuestro recordado paisano D. José Alberto Herrero Minguet. Ese año se entregaron los coets d’or a D. Rafael Alfonso Barberá, a D José Damián Polo, “Pepín”, y a Viuda de Francisco Salvador Calatrava, S. A. Fábrica de galletas y pastas alimenticias Rio. Entre las páginas del libro de las fiestas de dicho año encontramos colaboraciones literarias entrañables de clásicos paterneros: Vicente Cardona, Vicente Cotolí, José Chirlache, José María Moreno Royo, Rafael Alfonso Barberá, Vicente Fabado el retoret, Ernesto Ferrando o Ernest del Molí, Julio Núñez, Ricardo de Val, V. Gallego, Juan Mollá y Artur Carrasco i Benlloch. Las fiestas se desarrollaron con total normalidad, con toda la dignidad, con todo el esplendor y con toda la solemnidad que las mismas requerían, como así le hicieron saber a Juan Moreno gran cantidad de personas que le felicitaron una vez concluidas.

Los años setenta eran época de plena efervescencia comparsera. En el año 73 se crea la comparsa Alhama. En el año 76 se constituyen las comparsas Beduinos y Trabuquers. En el año 1978 le llega el turno a la comparsa Jaume I. Su origen parte de un grupo de amigos que fueron clavarios en el año 1971 y luego más tarde en el 75. Pero fue tras las fiestas de 1977 cuando fragua definitivamente la idea de fundar una comparsa nueva. Tras una reunión que tuvo lugar en el casino de la plaza se constituye la comparsa Jaume I. La nueva ejecutiva de la misma era presidida por D. Rafael Esteve Contelles. Y Juan Moreno fue uno de los miembros fundadores de la misma. Las primerasreuniones se desarrollaron en el casino de la plaza hasta que se consiguió un local, que fue en un primer momento las instalaciones de la guardería parroquial en la calle Ernesto Ferrando, 10. Luego más tarde se trasladaron a la misma calle, pero en el número 47, hasta el año 1989. Allí transcurrió la vida de dicha comparsa, entre reuniones, comidas, desfiles, y alguna que otra discusión. Juan llegó a ser presidente de la comparsa, de la cual se daría de baja en el año 1985. Asimismo, también fue presidente de Intercomparsas en los ejercicios 1981-82 y 1982-83, en los cuales contribuyó a engrandecer las fiestas moras y cristianas que en aquel momento comenzaban a fraguarse.

En el año 1981 fue clavario mayor D. Vicente Chofré Barres, en cuya clavaría participó Juan activamente. Su amor por la fiesta y por su pueblo, su pasión por el fuego y la cordá lo ha demostrado con creces, participando numerosas veces en el pasacalle de cohetes de lujo, en la cordá y todos los años en la recordá que se celebraba en la plaza del pueblo. Además, cuando alguno de sus hijos fue festero (Dolorosas, hijas de María,...) él era quien se encargaba de la organización de todo lo referente a los fuegos. También colaboró con diversas clavarías siendo clavario de honor. Su ayuda desinteresada le llevó a ser proclamado Capitán de honor de la Comparsa Yuballa en el año en que ésta ostentó la capitanía mora, es decir en el año 1989, por su contribución y su apoyo para con ellos, sobretodo en la intendencia de la misma.

Todo este cariño por la fiesta y las tradiciones lo ha compartido con su esposa y lo ha sabido inculcar a sus hijos. Así, Su hija Mª. Amparo fue fallera mayor de la falla del Palau en el año 1980. Su hija Reme representó a la reina Dª Violante de Hungría en la comparsa Jaume I, en el año 1982. Su hija Mª Ángeles fue la reina de las fiestas de Paterna en el año 1986, siendo clavario mayor D. José Galindo Miguel. Su hijo Amán también ha heredado el amor por la fiesta, participando en la vida activa de las mismas como clavario en el año 1993. También ha sido y es miembro de las comparsas Yuballa y Realistas. Igualmente ha participado como tirador en la Cordà en varias ediciones.

También se implicó en la vida política de Paterna. El 3 de abril de 1979 se celebraron las elecciones Municipales en todo el territorio nacional. Eran las primeras votaciones que se llevaban a cabo por sufragio universal después de muchísimos años. Juan Moreno concurría a las mismas por la extinta Unión de Centro Democrático, (UCD), en una lista encabezada por José Saiz Ramón, en la cual él iba el segundo. El 19 del mismo mes, tomó posesión de su cargo de concejal y teniente de alcalde, desempeñando la ponencia de Cementerios. El alcalde era D. Bernardino F. Giménez Santos, por la agrupación PSOE. Fue una época de cambios, en la que, entre otros, se llevaron a cabo las siguientes actuaciones por parte de la corporación municipal: Inauguración del comedor del Patronato Intermunicipal Francisco Esteve, remodelación urbanística de la zona del Palacio y la Torre, acuerdo sobe la no asistencia de la Corporación a actos religiosos, se aprueba la construcción de nichos en el cementerio por vía urgente, cambio de denominación de calles, suprimiéndose nombres del régimen anterior, inauguración del Hogar de Jubilados y Pensionistas en Campamento, inauguración del edificio del Palacio como sala de exposiciones, se inicia el derribo de cuevas y chabolas, se inaugura la nueva comisaría de policía en la Avenida Blasco Ibáñez,… Desde un primer momento, quiso renunciar a su salario como concejal. Al no poder hacerlo, quiso que dicho sueldo se destinase íntegro a sufragar la mascletà que se disparaba al concluir la misa festiva en honor a S. Pedro Apóstol, patrón de Paterna, puesto que al aprobarse en sesión plenaria la no asistencia de la Corporación municipal a actos religiosos, ésto también incluía su desvinculación en la organización y patrocinio de las fiestas patronales que, desde tiempo inmemorial llevaba a cabo el Ilmo. Ayuntamiento de Paterna. Durante dicho período de tiempo en el que ejerció dicho cargo público, contribuyó de esa manera, a engrandecer la festividad del patrón de nuestro municipio.

El 29 de mayo de 1981, Juan Moreno dimite de su cargo de concejal por razones familiares. Su puesto vacante fue ocupado el 28 de julio de 1981 por D. Enrique Guillem Torrella, si bien su cargo de teniente de alcalde fue desempeñado por D. José Luís Morera Fos.

Hemos visto a grandes rasgos, su etapa política así como festera. Todo ello hay que compaginarlo en el día a día con su faceta profesional como industrial funerario. Por la perentoriedad de su profesión, no tenía domingos ni festivos. Y las vacaciones las disfrutaba cuando las necesidades del servicio lo permitían. Debemos destacar su profesionalidad, así como su delicadeza en las artes propias de su profesión, tal y como lo han puesto de manifiesto todos aquellos que han precisado de sus servicios. Asimismo, en el ámbito personal aunque era una persona de temperamento un tanto fuerte, sin embargo tenía un corazón increíblemente grande. Tanto que, quien llamaba a su puerta, siempre recibía el socorro que necesitaba. Sólo el Stmo. Cristo de la Fe y él mismo saben la cantidad de personas a quienes les prestó su ayuda desinteresada. Su cariño por los suyos no tenía límites, comenzando por su amor hacia su esposa, hacia sus hijos y hacia los que le rodeaban en general, entre los cuales me incluyo. Dicen que nadie muere del todo mientras se le recuerda. Y aquí, entre estas palabras, queda mi recuerdo y mi cariño hacia Juan Moreno, el funerari.